Hace un tiempo escribí la historia de mi embarazo, un embarazo gemelar donde mi legionaria fue diagnosticada con una hdc.. hoy puedo proseguir mi historia y la de mis dos princesas guerreras.
Llegue a las 35+4 donde rompí aguas el día 30/12. A las 12.05 llegaba mi primera princesa, 12.06 mi legionaria.
Al segundo día de UCIN los neonatólogos deciden operar a mi legionaria, mi niña está genial! El soporte vital mínimo. La operación genial! Que mejor noticia para unos padres en año nuevo? Pero como bien dice el refrán "Año Nuevo, vida nueva".
Día 2 de enero, los cirujanos entran en mi habitación y me dicen que algo está pasando, a mi peque hay que operarla de urgencia porque todo se está inflamando por dentro. Mi niña se salvó por obra de un milagro.
Día 3 de enero, los cirujanos vuelven a la habitación, hay que volver a abrir, sigue habiendo mucha presión que no deja funcionar a sus organitos y mi legionaria se está inchando por la retención de líquidos.
Día 4, mi bebé está en situación crítica, todos me dicen que es una luchadora, que no muchas personas aguantarían lo que mi niña está aguantando.
Día 5, siguen probando, creen que es el hígado lo que está fallando así que se plantean conectarla a una máquina llamada prisma para filtrar su sangre, eliminar toxinas y así bajar la inflamación, aliviar la presión y reactivar el organismo.
Días 6 y 7 conectada a la maquina, estable dentro de la gravedad pero "esto es hora a hora".
Día 8 le hacen una prueba especial para ver si el hígado tiene suficientes células vivas como para recuperarse, el resultado es NO. No se puede hacer nada más por mi niña, no tiene esperanza de vida y con este resultado a las 8.10 mi legionaria se convirtió en un angelito y se fue al cielo para ser la estrella que más brilla en el firmamento.
Se fue rodeada de sus papás y de personas que velaron día y noche por ella, profesionales que dieron hasta el último aliento por luchar a su lado.
Cómo una probabilidad de supervivencia del 90% se convierte en esto? Nadie lo sabe, existe el 10 y nosotros hemos estado ahí.
He perdido a mí niña pero hemos ganado un ángel precioso y querido en mi casa. Ella cuidará de su hermanita.
En memoria de mi legionaria, mi Leire, mi estrella.